Caixa Laietana
Una “orden bursátil” es una propuesta de negociación, gestionada en última instancia por un miembro del mercado, que se realiza a solicitud del inversor (cuenta de terceros) o por cuenta propia de una entidad. Esta orden debe especificar el valor sobre el que se opera, el tipo de transacción –si es compra o venta-, la cantidad y el precio. A partir de esta definición, encontramos órdenes de distintos tipos:
Una “orden con volumen mínimo” es aquella en que debe ejecutarse una cantidad mínima especificada y de no ser esto posible, la orden es rechazada por el sistema.
Una “orden con volumen oculto” se introduce en el mercado, con una parte que los participantes no pueden ver. De esta manera, a medida que se ejecuta la parte mostrada, la oculta va saliendo al mercado, en grupos de valores previamente especificados. Una orden puede ser también de ejecutar o anular, estas se ejecutan de forma instantánea por la cantidad que resulte posible, según los precios del mercado.
También encontramos “ordenes de mercado” que son aquellas ordenes bursátiles que se introducen en el sistema sin establecer un precio límite, por lo que se negociarán al mejor precio que ofrezca la parte contraria del mercado, en el momento de la introducción. Implican la aceptación discrecional de cualquier precio como contrapartida. Una “orden de todo o nada” debe ejecutarse en su totalidad. De no ser esto así es rechazada por el sistema. Es una orden con volumen mínimo en la que dicho volumen es igual al total de la orden.
Ambién existen órdenes del tipo “limitadas”, estas son aquellas que se introducen en el sistema con un precio límite, de manera que una propuesta de compra no se puede realizar por encima del mismo, ni por debajo. Estas se ejecutan de forma inmediata, si se encuentra contrapartida a ese precio o mejor.
El tipo de orden “por lo mejor” no señala precio, por lo que se negocia al mejor precio de contrapartida en el momento de la introducción.
El equipo de Caixa Laietana.
Una “orden bursátil” es una propuesta de negociación, gestionada en última instancia por un miembro del mercado, que se realiza a solicitud del inversor (cuenta de terceros) o por cuenta propia de una entidad. Esta orden debe especificar el valor sobre el que se opera, el tipo de transacción –si es compra o venta-, la cantidad y el precio. A partir de esta definición, encontramos órdenes de distintos tipos:
Una “orden con volumen mínimo” es aquella en que debe ejecutarse una cantidad mínima especificada y de no ser esto posible, la orden es rechazada por el sistema.
Una “orden con volumen oculto” se introduce en el mercado, con una parte que los participantes no pueden ver. De esta manera, a medida que se ejecuta la parte mostrada, la oculta va saliendo al mercado, en grupos de valores previamente especificados. Una orden puede ser también de ejecutar o anular, estas se ejecutan de forma instantánea por la cantidad que resulte posible, según los precios del mercado.
También encontramos “ordenes de mercado” que son aquellas ordenes bursátiles que se introducen en el sistema sin establecer un precio límite, por lo que se negociarán al mejor precio que ofrezca la parte contraria del mercado, en el momento de la introducción. Implican la aceptación discrecional de cualquier precio como contrapartida. Una “orden de todo o nada” debe ejecutarse en su totalidad. De no ser esto así es rechazada por el sistema. Es una orden con volumen mínimo en la que dicho volumen es igual al total de la orden.
Ambién existen órdenes del tipo “limitadas”, estas son aquellas que se introducen en el sistema con un precio límite, de manera que una propuesta de compra no se puede realizar por encima del mismo, ni por debajo. Estas se ejecutan de forma inmediata, si se encuentra contrapartida a ese precio o mejor.
El tipo de orden “por lo mejor” no señala precio, por lo que se negocia al mejor precio de contrapartida en el momento de la introducción.
El equipo de Caixa Laietana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario